La depresión sin tratamiento tiene un alto costo físico y mental. ¡Busca ayuda a tiempo!

por Doctora Aliza • 24 de mayo de 2013

Publicado en: Estrés y Salud Mental

Como si perder la alegría y el entusiasmo por la vida no fuera suficiente, y no le bastara tampoco sustraer la energía para realizar las tareas diarias, la depresión clínica se lleva mucho más si no se la combate con el tratamiento adecuado: también reduce otros beneficios de salud ganados a base de la moderación en la dieta o a través del ejercicio.  ¿Vas a dejar que te siga robando la salud?

Vivir significa tener que enfrontar situaciones dolorosas y difíciles de cuando en cuando: la pérdida de un ser querido, presiones laborales, problemas familiares o de índole económica. Es normal sentirse decaído y sin ánimos, incluso triste y hasta desesperado ante una crisis, pero sólo temporalmente.

Cuando la tristeza, el desánimo y la desesperanza no se superan, perduran por meses y hasta empeoran con el paso del tiempo, la persona puede sufrir una depresión clínica o crónica, condición que afecta no solamente su vida emocional, su trabajo y relaciones personales, sino hasta su salud física.  Recibir el tratamiento adecuado lo antes posible, es fundamental para controlar la depresión.

Un estudio realizado en Duke University Medical Center, en Carolina del Norte, Estados Unidos, añade una razón más para buscar ayuda médica: las personas con depresión crónica sin tratamiento podrían verse privadas de ciertos beneficios de salud obtenidos de un estilo de vida saludable, como la moderación en el consumo de alcohol, o hacer ejercicio con regularidad.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores examinaron los niveles de actividad física y el consumo de alcohol de más de 200 adultos, no fumadores y con buena salud, sin previa historia o diagnóstico de sufrir de una enfermedad mental.  Sin embargo, las evaluaciones previas revelaron que un 4.5 por ciento de los participantes reunían los criterios para considerarlos con depresión.  Además, analizaron los niveles de la proteína reactiva-C (CRP por su sigla en inglés) en muestras de sangre de los participantes.  La proteína reactiva-C se mide para poder predecir el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y otras condiciones inflamatorias crónicas en el futuro. Este tipo de proteína también podría jugar un papel importante en la formación de la placa que se acumula y puede llegar a obstruir (tapar) las arterias.

Varias investigaciones previas ya han demostrado que el ejercicio realizado de forma habitual y el consumo moderado de alcohol  (una bebida al día en el caso de las mujeres y dos en el de los hombres), ayudan a reducir la inflamación y por lo tanto, a disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca y la diabetes tipo 2. Por otro lado, la diabetes se asocia con niveles más altos de CRP, es decir, a mayor inflamación, así como con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.