A veces ¡qué difícil es vivir!… sólo cuando eres capaz de hablar a tu interior y como si fueras otra persona, intentar convencerte de que merece la pena hacerlo, puedes llegar a apreciar lo que te rodea… y es tanto y tan bueno lo que merece la pena, que aunque te quieran inundar de fango, siempre saldrás limpi@…
La pregunta del millón es ¿cómo conseguir que un@ mism@ sea capaz de darse ánimos?… es necesario UN BUEN ENTRENAMIENTO CON GRANDES DOSIS DE AUTOESTIMA, (siempre seremos los mejores para nosotros, porque salgan como salgan las cosas las habremos hecho de corazón, sin pensar en el resultado… y nos queremos tanto que incluso somos capaces de coger nuestra mano y decir ¡tu cuanto vales! llegando a darnos abrazos de algodón), SABERSE QUERID@ POR LA FAMILIA O POR AMIG@S, a veces no estamos cerca de la familia por diferentes motivos, otras sí los tenemos cerca, otras apreciamos a amig@s o personas a las que queremos o admiramos pero siempre, siempre, siempre hay alguien que nos quiere, sólo tenemos que levantar la cabeza y mirar alrededor, y por último, VOLVER A SENTIR COMO UN NIÑO, sólo así tendremos la santa inocencia de ser capaces de jugar con nuestro interior…
Para llegar a este punto, desde la enfermedad mental es necesario estar en un factor que lo haga posible, por supuesto lo primero es que seamos capaces de reconocer que hay algo que nos impide relacionarnos normalmente, que nos impide dar respuestas sin ansiedad y tantas cosas más… y tan diferentes según cada persona.
Para ello necesitamos la colaboración de los médicos, ¡qué papel tan importante para nosotros representan los médicos de familia!, son los primeros en acogernos, en escucharnos y en recibir nuestros “primeros desajustes”, pero sabemos que nos abren sus brazos casi al 100%… , luego los psiquiatras, ¡cuánto nos pensamos el acudir a su consulta!, pero hemos de dejar atrás viejos cuentos y pensar que tienen una especialidad como otra cualquiera, pero que ellos cuidan de las enfermedades del sentir y del pensar… y por último los psicólogos, ¡cuántos relatos de vidas son capaces de escuchar y aconsejar!, es difícil saltarse un escalón de los expuestos y llegar a la meta, porque nos dejaremos agujeros negros por los que nos puede entrar ese fango que todo lo mancha…