Tienen en común las siguientes características:

a)   Comienzo siempre en la primera o segunda infancia.

b)   Deterioro o retraso del desarrollo de las funciones que están íntimamente relacionadas con la maduración biológica del sistema central.

c)   Curso estable que no se ve afectado por las remisiones y recaidas que tienden a ser características de muchos trastornos mentales.