Esta noticia es muy importante por la intervención de oficio de la Síndica de Barcelona en favor de los niños.

La Síndica de Barcelona investigará la lipoatrofia en la guardería El Roure

Pese a estar cerrada, ocho niños han acudido al centro porque sus padres no tenían donde dejarlos

Barcelona | 16/04/2013 – 19:35h | Última actualización: 16/04/2013 – 20:08h

Barcelona. (EFE).- La Síndica de Greuges de BarcelonaMaria Assumpció Vilà, ha abierto este martes una investigación de oficio para aclarar las circunstancias y las consecuencias de la aparición de casos de lipoatrofia en la guardería municipal ‘El Roure’ de Barcelona.

El Ayuntamiento de Barcelona decretó este lunes el cierre de la Escola Bressol Municipal ‘El Roure’ de manera provisional y preventiva tras diagnosticarse cuatro casos de lipoatrofia semicircular, a dos niños y a dos trabajadoras del centro. Pese al cierre de la guardería, en la que están escolarizados 87 niños y niñas menores de 3 años, este martes ocho niños han acudido al centro porque sus padres no tenían donde dejarlos y han sido acogidos por las educadoras.

La Síndica ha explicado a Efe que ha abierto la investigación de oficio porque está preocupada por la situación y, sobre todo, por la reubicación de los 87 menores. ”Los padres son los primeros perjudicados porque seguramente tendrán problemas para cuidar a sus hijos si éstos no pueden ir a la guardería”, ha señalado la Síndica, que ha iniciado una recopilación de toda la información para abrir el expediente de oficio.

Vilà ha anunciado que dará prisa al consistorio para que reubique a los menores -y si puede ser que sean atendidos por las mismas cuidadoras-, y se ha preguntado cómo es que en septiembre esta guardería superó una inspección que buscaba defectos de construcción para ver si podía provocar posibles casos de lipoatrofia sin que se detectara ninguna cosa anormal. La Síndica quiere saber si el ayuntamiento pedirá alguna responsabilidad al constructor y cómo afrontará las obras que se tendrán que hacer en la guardería para evitar nuevos casos de este trastorno.

Vila también quiere conocer porqué ocho niños siguen yendo a la guardería bajo la responsabilidad de los padres y si esta situación se mantendrá durante mucho tiempo. ”La responsabilidad es del ayuntamiento que tiene que garantizar a 87 niños que estén en una guardería con plenas garantías y buenas condiciones”, ha reconocido la Síndica.

El concejal de Educación y del distrito del Eixample, Gerard Ardanuy, explicó que el ayuntamiento decidió cerrar provisionalmente la guardería “para tranquilizar a las familias” y reconoció que, desde que hace una semanas se diagnosticó el primer posible caso, “hay mucha tensión”.  Esta guardería se encuentra en el mismo edificio que la biblioteca Agustí Centelles, que el ayuntamiento también cerró en diciembre tras detectarse varios casos de lipoatrofia semicircular en trabajadores del centro.

Gerard Ardanuy resaltó que no hay información médica de la existencia confirmada de casos infantiles de lipoatrofia semicircular y que se trata de una afectación reversible y que no deja secuelas. También señaló que las revisiones de las dependencias de la escuela realizadas por la agencia de Salud Pública de Barcelona y por una empresa externa concluyeron que no hay ninguna condición ambiental ni técnica que se pueda vincular con la lipoatrofia semicircular.

Aún así, el Ayuntamiento de Barcelona continuará con los análisis y revisiones exhaustivas de las condiciones ambientales del espacio y el seguimiento de los posibles casos detectados. Entre esta semana y la próxima está previsto que acaben las revisiones a los niños que se están haciendo en el Hospital de Sant Pau.

Este lunes se constituyó un grupo de trabajo entre el Instituto Municipal de Educación de Barcelona (IMEB), la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el distrito del Eixample, los trabajadores del centro y los representantes de las familias para poder analizar la situación, tener información de primera mano y tomar las medidas necesarias. El concejal de ERC Jordi Portabella ha pedido responsabilidades al gobierno municipal por este caso y ha reclamado la elaboración de un protocolo propio del Ayuntamiento de Barcelona para incluir en la adjudicación de futuros proyectos criterios técnicos que eviten que vuelvan a suceder casos similares.

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