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AMMBAR – Associació de malalts mentals de Barcelona

Associació de malalts mentals de Barcelona

Los trastornos alimentarios tienen peor pronóstico en pacientes con hiperactividad

Los adultos con trastornos alimentarios tienen un peor pronóstico si sufren síntomas de hiperactividad, como una mayor impulsividad y severidad, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y de los hospitales de Bellvitge y de la Vall d’Hebron de Barcelona.

L’HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA)
Los adultos con trastornos alimentarios tienen un peor pronóstico si sufren síntomas de hiperactividad, como una mayor impulsividad y severidad, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y de los hospitales de Bellvitge y de la Vall d’Hebron de Barcelona.

El estudio, realizado con 191 pacientes, revela que los síntomas relacionados con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), como es la impulsividad, están muy presentes en los pacientes con trastornos alimentarios que han participado en el estudio.

“Estos trastornos los encontramos sobre todo en pacientes con rasgos de personalidad más impulsivos: las pacientes con bulimia, trastornos por atracón y también en pacientes con trastornos alimentarios sin especificar; en cambio, las pacientes anoréxicas más restrictivas y con más control no tienen asociados estos síntomas”, explica el jefe de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario de Bellvitge, Fernando Fernández-Aranda.

Estos síntomas de impulsividad están asociados a una baja autodirección, un rasgo del carácter que implica ser capaces de planificar y alcanzar objetivos a medio y largo plazo, de modo que estos pacientes “tienen peor pronóstico porque les es más difícil ser capaces de seguir un tratamiento”, según Fernández-Aranda.

Fuentes del Idibell han informado que la investigación ha permitido desarrollar un modelo que podría ser útil para detectar de forma precoz factores de riesgo que podrían llevar a un trastorno alimentario y para la investigación de los circuitos cerebrales que regulan el sistema de recompensa y que son similares en varios trastornos de conducta.
(EuropaPress)
lainformacion.com
miércoles, 10/07/13

Este es otro taller que continuaremos en septiembre.

Dado que los participantes quieren proseguir con él, además de tener otras personas en lista de espera. Si viéramos que el grupo se hace numeroso lo haríamos en dos días.

Se ha hecho de manera innovadora alternando en las mismas sesiones catalán y castellano.

Ayudándonos unos a otros, tanto por el conocimiento de las lenguas como por el hecho de compartir y animar.

Lo importante ha sido y será participar, las dos horas de Taller a veces se nos hicieron cortas.

Se ha hecho lectura, lectura expresiva, cambiando voces e incluso lectura cantada. Hemos tenido la gran suerte de que una de los participantes ha sido una persona con dominio de la flauta.

Más adelante tenemos proyectados talleres de escritura básica, de motivación a la escritura y de catalán/castellano a nivel superior.

El Sagrado Corazón, por dentro, una visita para la «normalización»

«La salud mental es cosa de todos: cualquiera de nosotros podría ser paciente nuestro».

El mensaje es contundente pero no pretende asustar a nadie, sino implicar a toda la sociedad en la difícil y no siempre evidente tarea de «normalizar» la situación de los enfermos mentales. Lo dijo José Antonio Larraz, psiquiatra y director médico del Hospital del Sagrado Corazón – Servicios de Salud Mental de Martorell, que el pasado domingo 30 de enero a mediodía abrió sus puertas, como una actividad más propuesta a raíz de la exposición “Silencios forzados. Las personas y los trastornos mentales” (en el Centro Cultural de Martorell, hasta el próximo 6 de marzo), que pretende combatir el estigma y la incomprensión que, en muchos casos y aún hoy, han de soportar los enfermos mentales.

«No es exactamente una jornada de puertas abiertas para que las puertas del centro están siempre abiertas: es más bien un acto sencillo para que vean el hospital por dentro», anunciaba Larraz a la treintena de ciudadanos curiosos por descubrir el psiquiátrico del pueblo. Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Martorell, Salvador Esteve, con su señora, Mercedes Balagué, la concejala de Enseñanza, Bienestar Social y Salud, Mercedes Morera; el historiador local, Fernando Balanza, y la técnica de museos, Montserrat Farreny. El Alcalde terminó agradeciendo al director médico del centro no sólo la visita en sí, «sino todo el trabajo que hace a diario».

Ni sórdido ni inquietante

El acto comenzó con la proyección del publirreportaje “Apostar por la salud mental”, que en quince minutos repasa la vida de San Benito Menni, fundador de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. A continuación, Larraz hizo una pequeña introducción para prevenir a los visitantes sobre lo que verían y sobre el objetivo de la jornada: demostrar que los psiquiátricos no son ni sórdidos ni inquietantes, que «son como cualquier otro hospital». En cada paciente, dijo, «más que un caso vemos una persona a la que debemos sanar».

Las palabras del psiquiatra dieron paso a la visita guiada por algunas de las dependencias de este enorme hospital, especializado en salud mental y patologías de la tercera edad, que anualmente atiende a unas 2.000 personas, que pasan temporadas más o menos largas, según el tratamiento que precisen. He aquí, destacó Larraz, la gran diferencia entre los centros actuales, pensados ​​para curar o paliar los trastornos mentales que los pacientes puedan volver a hacer vida “normal” lo antes posible, y los manicomios del pasado, donde se confinaba a los enfermos para protegerlos de la brutalidad de la sociedad, y viceversa.

Como un «balneario»

En poco más de hora y media, los asistentes pasaron por una de las seis Unidades de Hospitalización de Agudos del centro, por la Unidad de Patología Dual y, finalmente, por la Unidad Sociosanitaria. En la primera se tratan los pacientes psicóticos, con trastornos afectivos, de personalidad o adaptativos, en períodos que van de las 24 horas a los dos años, según el caso. «Más del 50% acuden a nosotros por iniciativa propia», dijo Larraz. Pero también pueden ir derivados de otros hospitales o, en casos especiales, conducidos por las fuerzas del orden.

En la segunda, se hace frente a las consecuencias del abuso de drogas (alcohol, cocaína, heroína y cannabis, en este orden), y al peligroso cóctel resultante de la mezcla de estas conductas con un trastorno mental previo o provocado por consumo de tóxicos. La tercera unidad se encarga de las convalecencias y la rehabilitación física de personas mayores.

Al terminar, uno de los asistentes destacó «como puede llegar a ser luminoso y espacioso, el centro», mientras una señora puntualizaba que, además, «se ve muy limpio», y otra añadía que «parece una especie de balneario ». El objetivo anunciado por Larraz al principio de la visita, pues, se había cumplido. Eso sí, para no herir sensibilidades, y también para preservar la intimidad de los internos, durante el recorrido se evitó al máximo el contacto con las personas ingresadas, así como el paso por la planta de las demencias.

Publicado por el periodista Jordi Benavente en el n º 1436 de El Informador de Martorell,

Los factores interrelacionales son decisivos para que una persona con enfermedad mental pueda llevar una vida normal.

 

El Hospital Sagrat Cor celebra el acto “La capacitación en salud mental” con motivo del Día Mundial de la Salud Mental.

- Dos personas afectadas por una enfermedad mental han expuesto su experiencia durante la jornada

- El acto ha sido presidido por el alcalde de Martorell y por la regidora de Sanidad, Enseñanza y Servicios Sociales

Martorell, Octubre de 2012.- El tratamiento médico no es el único factor necesario para que una persona con una enfermedad mental pueda normalizar su vida. La predisposición del enfermo y la implicación y colaboración de la familia, profesionales sanitarios y la sociedad en general son clave en el proceso de capacitación de la persona.

Este ha sido uno de los principales temas tratados en la jornada “La capacitación en salud mental”, organizada por el Hospital Sagrat Cor de Martorell de Hermanas Hospitalarias, junto con la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales del Baix Llobregat Nord (AFASM), con el objetivo de plasmar la realidad de las personas que sufren problemas de salud mental.

El acto, que ha congregado, en el Centro Cultural de Martorell, a personas afectadas por una enfermedad mental y familiares, ha sido presidido por el alcalde de Martorell y presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve y Figueres, y por la regidora de Sanidad, Enseñanza y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Martorell, Mercè Morera.

La capacitación de una persona con una enfermedad mental con el fin de que pueda llevar una vida normal alejada del entorno psiquiátrico va más allá del tratamiento farmacológico. “Sí bien este es especialmente importando cuando el paciente se encuentra afectado por los síntomas más agudos de la enfermedad, una vez se ha conseguido paliar esta sintomatología, los factores interrelacionales, como la actitud de la familia o del entorno social, pueden ser un obstáculo o un elemento favorecedor de este proceso de recuperación”, explica José Antonio Larraz, director médico del Hospital Sagrat Cor.

El especialista considera, en este sentido, que “es necesario que la familia comprenda y aprenda a convivir con la nueva realidad, y que la sociedad dé la oportunidad a estas personas de demostrar sus aptitudes”. “Hay que dar un paso adelante y huir de los tópicos todavía vigentes en el imaginario colectivo como, por ejemplo, que enfermedad mental es sinónimo de peligrosidad o inutilidad”, añade. Para conseguir una visión normalizada de las personas con una enfermedad mental es esencial, tal y cómo se manifestó durante la jornada, conocer a la persona y verla no como enfermo mental, sino como persona”. “Sólo así se facilitará el camino para que el afectado pueda dejar atrás el rol de enfermo incapaz”, afirma el doctor Larraz.

Asimismo, la aceptación de un mismo con las propias capacidades y limitaciones es un aspecto básico a lograr por parte de la persona afectada por una enfermedad mental.

Además, “es necesario que la persona tenga la disposición de ejercer unos derechos que se le tienen que reconocer, como por ejemplo el respeto, la dignidad o la oportunidad de demostrar sus aptitudes, pero también de asumir determinadas obligaciones”, explica el director médico del Hospital Sagrat Cor.

No debemos olvidar el papel esencial que juega el personal sanitario en este camino hacia la capacitación. “Es básico que estos profesionales, a parte de utilizar las técnicas médicas adecuadas, trabajen su vertiente más humana a partir de escuchar, comprender y apoyar a la persona afectada y a su familia”, asegura Larraz.

Testimonios en primera persona 

Como ejemplo práctico de este proceso de normalización, dos personas afectadas por una enfermedad mental han expuesto su experiencia en el marco de la jornada. Bajo el pseudónimo de “Princesa Inca”, Cristina ha escrito el libro de poemas La mujer precipicio, donde recoge su vivencia. Jardinera y estudiante de psicología, fue diagnosticada con un trastorno bipolar. La escritura fue uno de los vehículos que la ayudó a superar los estigmas que acompañan las personas que sufren su trastorno y a llevar una vida totalmente normal. Actualmente, es colaboradora del programa “La ventana” de Cadena Ser.

Mercedes, delineante de profesión, casada y con tres hijos, sufrió un brote psicótico y se le diagnosticó una esquizofrenia paranoide. Ella misma explica que “lejos de hundirme en el pozo de la enfermedad, luché para seguir adelante y normalizar mi vida disfrutando de pequeños placeres como la escritura, la pintura, la música, etc.”. Su experiencia personal le ha servido para escribir el libro Esquizofrenia y realidad.

Los dos testimonios señalan que el proceso creativo -artístico y literario- ha sido clave en el proceso de recuperación de la normalidad de su vida.

Sobre Hermanas Hospitalarias 

El Hospital Sagrat Cor de Martorell es un centro asistencial que ofrece atención hospitalaria en salud mental y sociosanitaria, y dispone de más de veinte equipamientos comunitarios repartidos por el territorio catalán.

Estos centros están gestionados por la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, fundada el 1881 por San Benito Menni, miembro del orden de San Juan de Dios, María Josefa Recio y María Angustias Giménez Vera. Los tres fundadores sintieron la necesidad de crear una institución que diera respuesta a la situación de abandono sanitario y de exclusión social que vivían los enfermos mentales de la época, especialmente las mujeres. El primer centro se fundó a Ciempozuelos, a pocos kilómetros de Madrid.