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AMMBAR – Associació de malalts mentals de Barcelona

Associació de malalts mentals de Barcelona

El otro día varios compañeros fuimos testigos de un hecho que a lo mejor a otras personas les hubiera pasado por alto, ya que era una especie de broma que unos compañeros le hacían a otro… iban detrás de él imitando su forma de caminar bastante femenina… eran niños de 10 o 12 años…

Hablamos algo a las criaturas aún a sabiendas que podían respondernos no amigablemente, los niños de hoy en día son así y más en una ciudad, fueron unas palabras puntuales que creemos les hicieron recapacitar.

Luego nos quedamos hablando del daño que sin querer la sociedad le hace a gais y lesbianas. De que hay muchas personas que llevan su condición sexual sufriéndola en silencio, por miedo al estigma social que todavía existe y que igual que nosotros, son “carne de cañón” para ser pacientes de psiquiatras y psicólogos, por todo lo que su condición sexual reprimida les lleva camino de depresiones e intentos de suicidio… además e igual que nosotros soportando a veces la incomprensión familiar.

Esto me hizo recordar un episodio vivido en la Universidad. A mitad de curso y durante una clase un alumno pidió, por favor, al profesor, de hablar a todos, lo que dijo nunca se me ha olvidado y cuando lo recuerdo me sigo emocionando. Cuando se levantó para hablar, hubo una carcajada general… entonces con un nudo en la garganta, una voz gutural pero con gran valentía dijo a todos, sí, reíros si queréis, pero quiero que sepáis que yo he nacido así y así seguiré siendo pues nada me hará cambiar ya que va conmigo. Llevo toda la vida sufriendo las gracias de los compañeros pero hoy me he dicho o hablo o no vuelvo, pues es tanto el dolor que llevo que ya no puedo aguantar una humillación más. Necesito ser aceptado como Dios me hizo y no como queréis verme, he intentado disimular lo que no soy pero no siempre me ha salido y eso ha representado más risas y bromas… me habéis hecho sufrir tanto que para mi la vida ha llegado un momento que no tiene sentido, así no quiero vivir. Por favor, por ser diferente no soy más malo o inútil que cualquier otra persona, dejadme vivir en paz, que nunca he hecho daño a nadie… En ese momento la clase entera se levanto y todo fueron aplausos, a partir de ese momento fue un compañero más… a nadie le importó que tuviera “mucha pluma” y que su voz fuera más aflautada, era un compañero más.

Desde Ammbar queremos ponernos de parte del que también padece estigma social igual que nosotros, aunque, poco a poco, ellos van teniendo la suerte de ser admitidos, gracias a la ayuda que les han brindado quizás incosncientemente, que personajes populares hayan admitido públicamente su homosexualidad como algo normalizado.

Nosotros todavía no tenemos un personaje popular español que diga “tengo un trastorno mental”, aunque lo más reciente que sabemos es de una actriz internacional, escocesa, que ha admitido tener un trastorno bipolar, Catherine Zeta-Jones. ¡Gracias valiente!

A veces nos cuesta publicar y porque conocemos nuestras limitaciones siempre damos preferencia a unas informaciones y dejamos atrás algunas otras.

En este caso hemos dejado sin publicar que seguimos haciendo los Grupos de Ayuda Mutua, GAM, y lo cierto es que es lo único que no hemos dejado de hacer ningún día. Ya que otras actividades que nos interesan mucho nos las han vetado, por razones que no comprendemos y que creemos no es necesario citar aquí, de momento.

Estamos muy satisfechos con la realización de los GAM, pues no sólo han beneficiado a otras personas usuarias de salud mental si no también a nosotros mismos, por eso los seguiremos haciendo.

Dejamos para otro momento el publicar los folios dónde explicamos a la comunidad todo lo relativo a la actividad. Gracias por vuestra comprensión.

De Disgoo

¿Qué es la FOBIA SOCIAL?

“Yo no podía aceptar invitaciones ni ir a fiestas. Cuando entraba a un lugar lleno de gente, me ruborizaba y sentía que todos los ojos estaban puestos en mí. Me daba vergüenza ponerme en un rincón pero no podía pensar en qué decir a nadie. Me sentía tan torpe que me quería ir.”

La fobia social es un miedo intenso de llegar a sentirse humillado en situaciones sociales, especialmente de actuar de tal modo que se coloque uno en una situación vergonzosa frente a las demás personas. Frecuentemente es hereditaria y puede estar acompañada de depresión o alcoholismo. Comienza al principio de la adolescencia o aún antes.

La fobia social afecta al 15 % de la población, es un trastorno de ansiedad altamente tratable

Situaciones temidas por personas que padecen Fobia social:

-Hablar en público
-Actuar ante una audiencia
-Escribir o firmar ante una persona
-Usar servicios públicos (bar, cine, baños públicos)
-Entrar a lugares donde hay gente sentada
-Mirar a los ojos del otro (sobretodo del sexo opuesto)
-Ser el centro de atención
-Participar en reuniones:
-iniciar una conversación
-mantener una conversación
-Proponer o acudir a citas
-Hablar con personas de autoridad
-Asistir a fiestas
-Hablar por teléfono
-Conocer gente nueva
-Hablar con extraños
-Dar o defender las propias opiniones
-Expresar desacuerdo
-Hacer una reclamación
-Hacer o aceptar cumplidos

Síntomas físicos más frecuentes en personas que padecen fobia socia:

-Rubor-Sonrojamiento
-Tensión muscular
-Sudoración
-Boca seca
-Palpitaciones-Taquicardia
-Sensación de opresión en la cabeza
-Cefalea
-Molestias gastrointestinales (vacío en el estómago, diarrea)
-Temblores (manos-voz)
-Escalofrios
-Urgencia urinaria

Síntomas cognitivos, pensamientos que presenta la persona que padece fobia social:

-el núcleo central de la fobia social es el temor a la evaluación negativa, la persona piensa que está siendo juzgado o criticado por los demás.
-Creencias:
-no saber comportarse de un modo adecuado o competente,
-ser visto como ansioso, débil, loco o estúpido
-temor a manifestar síntomas de ansiedad.
-Pensamientos negativos:
-”voy a hacer el ridículo”
-”quedaré bloqueado y no sabré que decir”
-”seguro que no les interesa mi opinión”
-”se darán cuenta de lo nervioso que estoy”
-”creerán que soy tonto, se estarán riendo de mí”

Reacciones conductuales, comportamientos que presentan las personas que padecen fobia social:

-evitación-escape de las situaciones temidas: la persona deje de realizar las situaciones a las que le tiene miedo. En un principio ahorrará el sufrimiento ansioso, pero inevitablemente a los pocos minutos se agravará el componente cognitivo del trastorno.
-conductas protectoras para atenuar la ansiedad: ante el miedo al rubor el dejarse la barba, el maquillarse en exceso, utilizar grandes gafas solares, o un cabello largo y dirigido hacia el rostro, ante el miedo a temblar colocar las manos en los bolsillos o detrás, en las reuniones se abstendrán de formular preguntas, beberán sin hablar, o si hablan lo harán sin levantar la mirada.

Aunque este trastorno frecuentemente se confunde con timidez, no son lo mismo. Las personas tímidas pueden sentirse muy incómodas cuando están con otras personas, pero no experimentan la extrema ansiedad al anticipar una situación social y no necesariamente evitan circunstancias que las hagan sentirse cohibidas. En cambio, las personas con una fobia social no necesariamente son tímidas. Pueden sentirse totalmente cómodas con otras personas , pero en situaciones especiales, como dar un discurso, pueden experimentar intensa ansiedad.

La fobia social trastorna la vida normal, interfiriendo con una carrera o con una relación social. Por ejemplo, un trabajador puede dejar de aceptar un ascenso en su trabajo por no poder hacer presentaciones en público. El miedo a un evento social puede comenzar semanas antes y los síntomas pueden ser agotadores.

Aproximadamente el 80% de las personas que sufren este trastorno encuentran alivio a sus síntomas cuando reciben un tratamiento de terapia cognitivo-conductual, de medicamentos, o una combinación de ambos.

Lic. M. Elízabeth González Montaner

Vinculos afectivos y recreaciones previenen males mentales

Terra

miércoles, 24 de abril de 2013 

La presencia de problemas psicológicos está latente en cualquier persona; por ello, es recomendable crear vínculos afectivos con la familia, los amigos y la pareja, que es uno de los factores de protección para alcanzar bienestar y calidad de vida, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Las unidades deportivas, centros vacacionales, parques, etc., son espacios recreativos donde se realizan diversas actividades como deporte, aprendizaje de habilidades y conocimientos, que también son acciones que previenen enfermedades mentales o disminuyen el riesgo de manifestarlas.

El jefe de Departamento Clínico del Hospital Regional de Psiquiatría “Doctor Héctor Tovar Acosta”, Alejandro Córdova Castañeda, explicó que la salud mental es el bienestar que involucra las acciones de pensar, sentir y actuar, que garantizan a la persona una calidad de vida satisfactoria y las tres afecciones psicológicas más frecuentes son: los trastornos por consumo de sustancias, la ansiedad y la depresión.

El psiquiatra destacó que es común que un paciente depresivo no busque atención, incluso puede tardar entre tres y siete años en percatarse o aceptar su estado, por ello, es importante que familiares y amigos cercanos a la persona detecten cambios de ánimo y lo motiven a recibir tratamiento con profesionales.

Para evitar consecuencias graves y lograr superar cualquier padecimiento mental, dijo que es importante acudir oportunamente por atención médica para restablecer sus actividades en el menor tiempo posible, mediante tratamientos con fármacos y apoyo psicológico que coadyuvan en la superación del problema.

El especialista consideró que la depresión es un problema de salud pública que se puede presentar en cualquier edad, no obstante, es entre los 25 y 50 años de edad cuando hay mayor riesgo de manifestar este mal, que tiene su origen en causas psicológicas, sociales o biológicas.

Córdova Castañeda dijo que existen criterios que facilitan el diagnóstico de la depresión, entre ellos la pérdida del interés en actividades, alteraciones del sueño, principalmente insomnio, aumento o disminución de peso corporal por variaciones en el apetito, inhibición de la respuesta sexual, apatía, sentimientos de culpa, minusvalía, autodevaluación, autorreproche, desesperanza y tendencias suicidas.

Fuente: Terra