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AMMBAR – Associació de malalts mentals de Barcelona

Associació de malalts mentals de Barcelona

Copiado de La Vanguardia

Los casos de depresión en España han aumentado un 19% desde la crisis

Los problemas relacionados con la ansiedad se han incrementado en un 8,4% y con el abuso del alcohol un 4,6%

Sanidad | 05/06/2013 – 12:23h | Última actualización: 05/06/2013 – 12:30h

Los casos de depresión en España han aumentado un 19% desde la crisis

Depresión y ansiedad, dos de las enfermedades actuales. Archivo.

 Barcelona. (Efe).- La salud mental de personas atendidas en la atención primaria en España ha empeorado respecto antes de la crisis, ya que la depresión ha aumentado un 19%, la ansiedad un 8,4% y los problemas relacionados con el abuso del alcohol un 4,6%.

Estos datos se expondrán en el V Congreso Catalán de Salud Mental, que se celebrará desde mañana hasta el sábado en Barcelona y que analizará el impacto de la crisis económica en la salud mental, ha informado este miércoles la Fundación Congreso Catalán de Salud Mental.

El encuentro, con una vocación interdisciplinar, contará con la presencia de profesionales de la sanidad como el director del Observatorio de Salud Mental de Catalunya, Josep Moyà, y el presidente del Consejo Asesor de Salud Mental y Adicciones del Departament de Salut, Pere Bonet, entre otros.

Asimismo, también habrá un espacio para el debate, como el que mantendrán la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, el representante de De Pie por la Salud Pública, Toni Barbarà, y miembros de los Yayoflautas, que explicarán los beneficios para la salud que obtienen al pertenecer a estos movimientos.

El congreso, que contará con la presencia de la consellera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté, incluirá también un programa cultural, con teatro, cine y la participación de Radio Nikosia, una emisora donde los programas están conducidos y protagonizadas por personas usuarias de servicios de salud mental.

Barcelona

3/24 Noticias del canal Tv3

Los centros de atención primaria detectan un aumento muy significativo de los casos relacionados con problemas de salud mental

Redacción – 09/06/2013 – 12.08h.

La crisi maltracta les persones i fa augmentar els problemes de salut mental.

La crisis maltrata las personas y hace aumentar los problemas de salud mental.

Los centros de atención primaria han detectado, en los últimos cinco años, es decir los años de la crisis, un aumento muy significativo de los casos relacionados con problemas de salud mental. Los casos de pacientes con depresión han crecido un 19 por ciento; un 8,4 los casos de ansiedad, y un 4,6 los casos asociados con el consumo de alcohol. Más que enfermos, se trata en muchos casos de personas maltratadas por la crisis, y la auténtica terapia no se encuentra en las farmacias ni en las consultas, sino en los movimientos sociales y ciudadanos.

La crisis ha hecho crecer el número de personas que se sienten desesperanzadas, con sentimientos de culpabilidad, y con una fuerte angustia porque no encuentran una salida a su situación. Es el caso de muchas que se quedan sin trabajo y sin casa, algunas de las cuales llegan a situaciones límite. Era el caso del Lluís a finales del 2010. Recuerda que recogía las últimas pertenencias ante la orden de desahucio, dispuesto a vivir en una autocaravana. Cuando se puso en contacto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), dice que estaba destrozado y que se veía capaz de hacer un disparate. “Era mecánico de motos” y pensaba que coger “tres o cuatro latas de gasolina” para, así que viniera “la comitiva judicial”, prenderle “fuego a la casa”, asegura.

El mismo Luis explica otro caso. El de una compañera suya que iba conduciendo y: “Me llamó para despedirse de mí porque se quería quitar la vida”. Pero gracias a la ayuda que recibió, esta mujer se salió.

La salud mental y la sociedad en un contexto de crisis es el que se ha tratado en el quinto Congreso de Salud Mental, que se ha hecho en Barcelona. Según los expertos, a muchas de estas personas no se las puede considerar enfermas. Por ello, creen que es un error abordar su problemática sólo con psicofármacos. Actualmente, ya hay muchos profesionales que las derivan hacia plataformas y movimientos sociales para que encuentren el apoyo que necesitan.

José Clusa, presidente del congreso, asegura que una de las claves para escapar del agujero está, sobre todo, a “salir del aislamiento y pasar a poder vivir colectivamente y, además, protegerse y defenderse colectivamente contra esta situación que estamos viviendo “.

Una de las herramientas con las que trabajan muchos de estos movimientos sociales es lo que se conoce como el apoderamiento. Ada Colau, representante de la PAH subraya, como hecho positivo y elemento de ayuda, la generación de un “espacio colectivo donde la gente adquiere herramientas para defenderse por sí misma”. La persona ve que “es una lucha de los derechos y no de caridad o de asistencialismo”, aclara.

De momento, el Lluís ha conseguido que su caso esté archivado. Y ahora es él quien ofrece ayuda a los que se encuentran en la misma situación. El apoderamiento, afirma, “es que la gente diga: luchar por lo mío”.

Copiado de la página oficial del COMB

Éxito del 5 º Congreso Catalán de Salud Mental y gran repercusión en los medios de comunicación

06/13/2013
El 5 º Congreso Catalán de Salud Mental celebrado en el Cosmocaixa los días 6, 7 y 8 de junio fue un gran éxito en participación y con gran repercusión en los medios de comunicación generalistas, que se han hecho eco de los datos sobre salud mental referidas durante el congreso.

Esta edición ha girado en torno al nuevo contexto socioeconómico y sus repercusiones tanto en la clínica como en la psicopatía. Bajo el título “Salud Mental y Sociedad en un contexto de crisis: Perspectivas, Oportunidades y Propuestas”, el congreso tenía el objetivo de ayudar a mejorar la comprensión de las circunstancias sociológicas, culturales y psicosociales del contexto actual, hacer propuestas para la mejora de las herramientas técnicas y organizacionales. De esta manera, tanto profesionales de la salud como agentes sociales han participado en esta jornada.

Los medios de comunicación han recogido los datos revelados durante los tres días en que se ha celebrado este congreso. Lo más destacado ha sido el aumento en un 19% los casos de depresión y un 8,4% el de ansiedad a raíz de la crisis. También se han hecho especial eco del estudio “Los riesgos para la salud mental de la crisis económica en España: evidencia en población atendida en centros de atención primaria entre 2006 y 2010″, publicado en el European Journal of Public Health. Según el documento la prevalencia de casos de depresión leve en 2006 era del 6,4% y en el año 2010, del 8,6%. En el caso de la dependencia al alcohol pasó del 1, 4% al 6,2% durante el mismo periodo.

La lucha democrática por la asistencia pública a la atención a la Salud Mental.

Mesa de autoridades en el Salón de Ciento con motivo del homenaje a la Dra. Pérez Simó: de la Generalidad, de la Diputación y del Ayuntamiento. Falta en la fotografía el Dr. David Clusa, secretario del 5º Congreso.

Texto de la intervención de Roser Pérez Simó con motivo de su homenaje. Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, ​​5 de junio 2013

En primer lugar además de mi agradecimiento por el acto que hoy me dedican, quiero explicitar mi emoción, que seguramente irá creciendo a lo largo del acto, por lo que os pido disculpas anticipadamente, una emoción, que sin negar mi liderazgo , me brota al reconocer en muchos de vosotros la complicidad en unas épocas de lucha, de creatividad, de ilusiones y de esperanzas y sobre todo de mucha amistad y aprecio. Para aquellos recuerdos os pido que oiga mis palabras como vuestras, reconociendo su participación, su rigor, su creatividad, sus esfuerzos y sus ilusiones.

En mi charla dedicaré un tiempo a los antecedentes, con especial referencia a la capacidad de los profesionales de la Salud Mental para crear y sostener un modelo teórico y para hacerlo compatible con un modelo de planificación y gestión.

Otro tiempo a las negociaciones y pactos con las Administraciones Públicas para conseguir el reconocimiento de nuestras propuestas y el desempeño de la integración de la asistencia a la Salud Mental en el marco de la Sanidad.

La Dra. Pérez Simó durante su disertación.

Para terminar haré una reflexión sobre las ganancias, sin duda numerosas, en su desarrollo y su competencia, pero me referiré, también a las consecuencias de la disipación de algunos aforismos que impregnaron los antecedentes y alertas sobre algunos riesgos para la Asistencia Pública a la Salud Mental, hoy.

¿Qué hay que resaltar de los antecedentes?

Si nos situamos en las décadas 60-70, universalmente hay una ferviente preocupación por las libertades humanas, son las décadas del existencialismo, de mayo del 68, de la revolución cubana, del marxismo, de las luchas entre democracias y dictaduras de América del Sur.
Aparecen las reflexiones sobre los conceptos de salud y enfermedad, los objetivos y funciones de los Servicios Nacionales de Salud.

En nuestra patria chica se añade una circunstancia relevante. En la década de los 70, y especialmente en la segunda mitad de ésta, un cierto desfallecimiento de la dictadura y más concretamente la muerte de su caudillo anima las actividades de los movimientos asociativos culturales, profesionales, cívicos y políticos, algunos de los cuales llevaban a sus espaldas la larga y dura lucha antifranquista, avivando en todos ellos el compromiso social y la expectativa de incidir en el futuro del país.

Por otra parte Cataluña, más que en el resto del estado español, buena parte de la cultura catalana se reflejó con la Europa más cercana y su pensamiento renovador e innovador hizo muesca en los aforismos de la erudición catalana.

Ambos factores, el enardecimiento por la vida asociativa y la reverberación del progreso del pensamiento liberal de Europa, son cruciales los cuestionamientos en nuestra casa, sobre los conceptos de salud y enfermedad mental y sobre la planificación de la asistencia a la Salud Mental .

Los condicionantes y el significado social de la locura junto con el litigio para acabar con la marginación y el aislamiento del loco, que provienen de Italia, la puesta en marcha de la psiquiatría de sector, y de las experiencias de psicoterapia institucional que llegan desde Francia y la revisión de los conceptos de salud, enfermedad y salud pública que se inician en Inglaterra, las voces de la psiquiatría comunitaria que llegan de América, son los pilares fundamentales sobre los que Cataluña construye su pensamiento y orienta las acciones y reivindicaciones por la asistencia psiquiátrica pública.

La “revolución” psiquiátrica catalana enciende simultáneamente en dos focos coexistentes, uno ventea por los profesionales de los grandes hospitales psiquiátricos, el otro ventea por los profesionales crédulos con la psiquiatría comunitaria. La voluntad de los profesionales para modificar los valores para la comprensión de la salud y de la enfermedad mental y para reformar la asistencia psiquiátrica pública significaban también una defensa de las libertades humanas, lo que los hace coincidentes con otros grupos y asociaciones coetáneas de carácter profesional, cultural, cívico o político. Esta sintonía hace que las voces y las acciones profesionales tengan un importante eco en el entramado social progresista (maestros, médicos, agentes comunitarios, medios de comunicación …) e implica a los responsables políticos y a la Administración pública a darle forma. Aquí hay que hacer una mención muy especial a la implicación y apoyo que tuvimos de muchos de los Ayuntamientos, que sin duda eran los más cercanos a la escucha de las demandas ciudadanas.

En la década de los 70, la asistencia psiquiátrica en Cataluña dependía en la mayor parte de las Diputaciones, tenía carácter benéfico y llegaba sólo a la población adulta, en referencia al internamiento asilar.

En la Diputación de Barcelona la Comisión de Sanidad depende del PSUC, que había estado trabajando un modelo de Servicio Nacional de Salud bastantes coincidentes con nuestras reivindicaciones. Acaudillada por nuestro querido Agustí de Semir mueve cielo y tierra para que, en el año 1981, la Corporación asuma el ¨Plan de Asistencia Psiquiátrica¨. Fue un loable ejemplo de la capacidad de los profesionales de adaptar las premisas y conceptos a las posibilidades de planificación y gestión y un loable ejemplo de las capacidades de la Administración para ordenar un territorio y hacerlo posible de acuerdo a las sugerencias profesionales y de acuerdo también a las competencias de la Administración.

El Plan de asistencia psiquiátrica de la Diputación de Barcelona acoge entonces la mayoría de equipamientos, públicos o privados, implicados en la reforma de la asistencia a la Salud Mental. Cabe señalar que incluye los Centros de Higiene Mental como centros de atención a la Infancia y a la Adolescencia (Agradecimiento al Ayuntamiento de Barcelona) como el Hospital de Día del Centro de Psicoterapia de Barcelona y no sé si algún otro . Más tarde integra en su Plan Servicios de psiquiatría de algunos Hospitales Generales.

Son ampliamente conocidos los pilares de aquel Plan, que aún perduran en los actuales, pero haré una breve mención.

-Los centros con ubicación comunitaria, trabajando en y con la comunidad y con los agentes de salud Mental para la potenciación de la salud, la prevención y la asistencia.
-La exigencia de la composición multidisciplinaria de los equipos.
-La división de los grandes hospitales psiquiátricos con unidades de tratamiento diferenciadas.
-La puesta en marcha de equipamientos intermedios.
-El establecimiento de un circuito asistencial que pivotan en los centros comunitarios.
-El Plan de Asistencia Psiquiatricaa pública es ampliamente festejado por todos nosotros, también para los que trabajábamos con niños y adolescentes, pues, a pesar de que la Diputación sólo tenía competencias con la asistencia a adultos, la Psiquiatría infanto-juvenil a pesar de ser reconocida, queda con franca desproporción tanto en la dotación de recursos como en presupuestos. Agravio que a pesar del desarrollo de la red sigue existiendo.

Es lícito reconocer el papel de la teoría psicoanalítica como tras fondo de las nuevas praxis. Como en Europa y en América muchos psicoanalistas de Cataluña sentían la necesidad de que más allá de la práctica del diván la teoría psicoanalítica pudiera ser fuente de salud mental para la comunidad, por las instituciones y, obviamente, para las personas con padecimientos o trastornos.

Éramos exigentes en la clínica que considerábamos la herramienta primordial para la curación y también para la prevención del trastorno. Defendíamos un continuo entre la salud y el trastorno mental y por lo tanto la competencia de ambos en la salud y en la enfermedad. Esta premisa comprometía al diagnóstico y la terapéutica y obligaba a la intervención sobre los dos componentes. Las intervenciones terapéuticas requerían una atenta escucha a la persona, a su trastorno o padecimiento y su entorno para atender tanto las partes enfermas como las partes más sanas con capacidad para edificar elementos correctores del trastorno y potenciadores de las capacidades de salud individual y relacional.

Al mismo tiempo la complejidad de los equipos y la complejidad de la atención a la salud mental, con el consiguiente riesgo de proyecciones, perjuicios personales, de idealizaciones o desánimo aconsejaban supervisiones regulares de las actitudes profesionales, personales o de las instituciones, consideradas todas ellas posibles motores de cambio y de experiencias emocionales correctivas.

Todas estas premisas eran compartidas y sostenidas tanto por las instituciones psiquiátricas como por los equipamientos comunitarios.

Todo ello toma fuerza y ​​realidad en el Plan de Psiquiatría de la Diputación de Barcelona en el año 1981, que va incrementando año tras año los recursos y los presupuestos hasta que la ley de Sanidad y la ley sobre Competencias Autonómicas la hacen optar por abandonar su responsabilidad y traspasarla a la Generalidad de Cataluña. Este traspaso comportó momentos largos y duros para todos y en el año 1990 se hace real la subrogación del Plan de Asistencia Psiquiátrica de la Diputación de Barcelona a la Generalidad de Cataluña.

Sin duda el hecho satisface las aspiraciones de los profesionales y significa una ganancia visiblemente apreciable. Tiene significado para su integración en el resto de la Sanidad, por la responsabilidad que el gobierno catalán tendrá en el incremento de presupuestos y de recursos y porque hace posible el trabajo interdepartamental como son: los Programas de apoyo y coordinación con los equipos de asistencia primaria, el Programa Salud y Escuela, el trabajo con las redes de asistencia social y justicia, entre otros. La Generalitat respecto al funcionamiento histórico de la red y de los equipos e incluso crea una Gerencia que configura la atención a la Salud mental como un subsistema dentro de la sanidad.

Ahora y hoy disfrutamos de las ventajas ya mencionadas y sufrimos algunas inseguridades reales o hipotéticas, que formularé en tres apartados:

La supresión de la gerencia de Salud Mental y del Plan Director. En 1984 los 4 colegios profesionales (Sección Colegial de Psiquiatras, Psicólogos, Trabajo Social y Enfermería), piden en su documento una asistencia psiquiátrica comunitaria y relacional, integrada en la Sanidad como un subsistema. Cabe interrogarse sobre cómo la Organización Administrativa de hoy respetará la especificidad de la asistencia a la salud mental.
El aumento de la demanda, agravado por los recortes, ¿disminuirá la calidad de las intervenciones clínicas y favorecerá una respuesta asistencial basada en la identificación de los síntomas y la consecuente prescripción farmacológica? ¿Mermará tiempo a las tareas de prevención y potenciación de la salud mental?
¿Sacudirá el trinomio bio-psico-social dando predominancia a lo biológico, de acuerdo con la característica científico-natural de la sanidad?
Me referiré especialmente al último pues parece condicionar algunas decisiones de la Administración. Me refiero al dilema que pretende hacer antagonistas dos cuerpos teóricos. A unos, los “biólogos” se les atribuye el hallazgo de la etiología de los trastornos mentales en la biología y la terapéutica en la aplicación de la psicofarmacología. A los demás los”psicodinámicos” la negación de estos progresos y la reducción de la etiología y de la terapéutica a lo relacional e intrapsíquico.

Es cierta la reducción de la teoría psicoanalítica de aquella época en la que salud y enfermedad se contaban a través de la relación con el otro y con el inconsciente. Hace mucho tiempo de eso, hoy los psicoanalistas de todo el mundo introducen en su praxis, en su saber y en sus congresos el valor de las neurociencias, los aspectos biológicos y de la psicofarmacología, mientras que la hegemonía del biológico , de forma voluntaria, o no, excluye la dimensión psíquica real o imaginaria del paciente y el valor terapéutico de la relación profesional-paciente.

Seguro que son saberes diferentes y que cada uno de ellos requiere una rigurosa formación, igualmente diferente. Pero en la praxis de la atención a la Salud Mental se debe exigir la complementariedad de los dos, no el enfrentamiento y la contradicción. Más de una vez la Administración se excusa en que los profesionales no nos ponemos de acuerdo.

No, no nos ponemos de acuerdo en todo, son puntos de partida teóricos diferentes, pero es obligación de la Administración tener cuidado para que cada equipo, cada recurso y cada servicio en su praxis cotidiana puedan dar respuestas terapéuticas implicadas en todos los conocimientos: los condicionantes de las irregularidades o deficiencias biológicas, los beneficios de la psicofarmacología, el valor del psicológico real o imaginario y el valor terapéutico de la relación con el paciente.

Aquí hay una referencia a la formación de la especialidad que seguro dedica el tiempo requerido para atender la psicopatología, pero poco tiempo al estudio de la normalidad y a las técnicas psicoterapéuticas imprescindibles para el conocimiento del funcionamiento psíquico y aun humano y para reconocer el valor de la escucha minuciosa y de la relación terapéutica. Más grave aún es, además de la inexistencia de la especialidad en Psiquiatría infanto-juvenil, la poca exigencia de la especialidad actual en el conocimiento de la evolución del ser humano, de su plasticidad y del valor del entorno en la estructura y funcionamiento de la personalidad.

No son equivalentes del ojo, el ver y el mirar. El ojo es el órgano, ver es la función del órgano y mirar es la utilización del órgano y su función inmersa en la complejidad de la dimensión psíquica. Si la asistencia a la Salud Mental se reduce a las alteraciones del órgano y su función, no sólo cuestiona los límites de las neurociencias y de la alegada evidencia científica, sino que es un agravio a la humanidad. Y además de una praxis parcial y discriminatoria un agravio a las personas con psicosis o no, con Trastornos Límite de Personalidad o no, Bipolares o no, con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad o no, que persisten con capacidad para mirar , para recordar, para imaginar, para estimar, para destruir y también con capacidad de edificar defensas y elaborar recursos para afrontar el sufrimiento o el trastorno.

Es un hecho incontestable que a pesar del contexto de crisis en el que estamos, siguen existiendo políticas de derechas y políticas de izquierdas en relación a los conceptos de salud y enfermedad mental y en las premisas en que edificar los sistemas de salud.

La Dra. Pérez Simó rodeada de compañeros psiquiatras que también hablaron dedicándole bellas palabras. A su lado el Dr. Josep Clusa, Presidente del 5º Congreso de Salud Mental