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AMMBAR – Associació de malalts mentals de Barcelona

Associació de malalts mentals de Barcelona

Trascender la patología del pasado

Salud Mental

►Hemos de huir de las "etiquetas", que son estigmatizadoras y paralizantes.
Resulta de gran ayuda pararse a analizar el tipo de discurso cuando nos dirigimos a los enfermos en proceso de rehabilitación. Nuestro discurso se encuentra estrechamente ligado con nuestra mirada. Por tanto, debemos adiestrar en nosotros una mirada que vaya más allá de la historia contada y sea capaz de empezar a dibujar las posibilidades secuestradas en el otro.
De este modo, siendo capaces de trascender el pasado de cada miembro del grupo, podemos operativizar la actitud de la aceptación incondicional, entendiendo ésta desde la perspectiva de ser capaz de ver las cualidades que hay en el otro y fiándonos de sus recursos para afrontar la situación. No negamos el pasado, pero entendemos que mirar hacia dicho pasado, si no es para aprender de él, no sirve de ayuda para construir el futuro.
Para ser capaz de ver un futuro de posibilidades, hemos de huir de las “etiquetas”, que son estigmatizadoras y paralizantes. Expresiones del tipo “es un individuo conflictivo”, “es un mentiroso”, “es un vago”… son “etiquetas” que traducen nuestra manera de ver al individuo y que vamos a transmitir tanto de modo verbal como no verbal. Y, por supuesto, si vamos a poder rastrear sus competencias o recursos.
Por otra parte la utilización de “etiquetas” presentan una serie de riesgos. Por ello será conveniente evitarlas en nuestro discurso y desmontarlas cuando sean otros miembros del equipo quienes las utilicen. Una manera de desmontarla es dando argumentos que contradigan dicha “etiqueta”.

Etiquetar es no dejar avanzar al enfermo hacia su futuro es anclarlo en su pasado, infringiendo dolor,pues son golpes bajos, que en nuestro estado, nos duelen de manera especial ,`pudiendo llegar a romper un proceso de recuperación, ya que la autoestima no la tenemos recuperada como para afrontarla. Quien las utilice como excusa o como insulto en una discusión, es una maldad desde el punto de vista terapéutico, pues el daño que infringe es innecesario, cuando se trata de seres humanos en proceso de recuperación.

n.

Escrito en NoticiasyOcio.es
por Fernando Reyes Crespo, Licenciado en Derecho.
Terapeuta en Drogodependencia.
¡Gracias amigo Fernando!

Cómo combatir la ansiedad: Siete estrategias para el día a día

La ansiedad es un estado de inquietud de carácter difuso que normalmente la persona no puede explicar. Generalmente cuando se habla de ansiedad no se hace referencia a un temor a algo concreto que se encuentra fuera de nosotros mismos sino que la misma es la expresión de algún tipo de conflicto emocional interno.

A grandes rasgos puede hablarse de dos tipologías de ansiedad: la ansiedad rasgo y la ansiedad estado. Cuando se habla de la ansiedad rasgo nos referimos a una persona que desde épocas muy tempranas de su vida ha sentido ansiedad y esta se ha convertido en una compañera perenne a lo largo de la vida (generalmente estas personas tienen un temperamento que las lleva a actuar muy rápido ante las más diversas situaciones, son fácilmente excitables y les cuesta relajarse). Al contrario, cuando nos referimos a la ansiedad estado es porque existe algún acontecimiento (o conjunto de ellos) que hace que la persona responda de manera ansiosa en momentos puntuales de su vida.

La buena noticia es que la ansiedad se puede revertir, en muchas ocasiones sin tener la necesidad de acudir a los psicofármacos sino a partir de una serie de estrategias muy sencillas.

1. Tómate tu tiempo para emprender las tareas cotidianas. Muchas de las personas ansiosas se mueven continuamente de un lugar a otro, comen sin sentarse a la mesa, hacen dos o tres cosas a la misma vez. El problema de asumir el día con este estilo apresurado estriba en que nuestro cerebro se está retroalimentando constantemente de las señales que le envía nuestro cuerpo; de esta forma, la agitación psicomotora a la cual nos sometemos, le indica al cerebro que estamos apresurados y ansiosos, lo cual hace que el mismo responda aumentando los niveles de ansiedad. Cuando enfrentamos el día con ansiedad y prisas, estamos creando un círculo vicioso que genera más ansiedad. Por ello el primer paso para combatir la ansiedad se centra en disminuir nuestro ritmo cotidiano.

2. Controla los movimientos repetitivos propios de la ansiedad. Cuando nos sentimos ansiosos tendemos a jugar nerviosamente con los objetos que están a nuestro alrededor, movemos incesantemente el pie, caminamos de un lado al otro… Estas conductas son percibidas por nuestro cerebro y sólo contribuyen a aumentar la ansiedad. Por ello, es importante estar atentos a la aparición de las mismas y aprender a controlarlas de manera consciente. De esta forma me atrevería a decir que se puede reducir la ansiedad en un 20%.

3. No dejes tareas pendientes. Una de las cosas que aumenta nuestro estado de ansiedad es saber que tenemos tareas pendientes. En muchas ocasiones simplemente postergamos las tareas porque no tenemos ganas de enfrentarlas pero al final resulta que éstas se van acumulando y se convierten en una fuente innecesaria de tensión. Cuando enfrentas las tareas en la misma medida en que éstas se te van presentando, estaremos eliminando de nuestra vida una fuente ansiógena.

4. Aprende a decir “no”. En muchas ocasiones la ansiedad aparece porque no sabemos decir “no” y terminamos llenándonos de tareas que no nos permiten disfrutar ni siquiera de una hora libre al día. La persona con tendencia a la ansiedad debe aprender a jerarquizar, determinar cuáles son las tareas más importantes y cuáles, definitivamente, no merecen la pena el esfuerzo. Debemos recordar que las relaciones interpersonales y ayudar a los amigos es importante de la misma forma que es ideal ser un trabajador eficiente, pero para lograr esto necesitamos de la salud psicológica.

5. Reserva una hora diaria para dedicarla a las actividades que más te gusten. Con mucha frecuencia las personas ansiosas no se dedican tiempo a sí mismas y esto les genera cierta frustración ya que la inmensa mayoría de las actividades cotidianas que realizan no son de su agrado. Cuando realizamos una tarea que realmente nos gusta nuestro cerebro libera sustancias que no sólo nos hacen sentir bien sino que también nos relajan.

6. Cambia tu forma de pensar. En muchas ocasiones la persona ansiosa también es muy rígida en sus ideas, es perfeccionista y se preocupa demasiado por los acontecimientos venideros. Lo cierto es que usualmente la preocupación por lo que vendrá genera una gran cantidad de ansiedad y desasosiego, temores que finalmente no tienen ningún fundamento. Para controlar la ansiedad no basta con regular los movimientos del cuerpo o con emprender las tareas de una forma más pausada; es importante lograr un cambio interior donde aceptemos que la vida es cambiante y que podemos errar pero lo importante es el camino, no la meta.

7. Aprende técnicas de relajación o apúntate a ejercicios de Yoga o Tai Chi. En ciertas ocasiones las estrategias anteriormente descritas no bastan para combatir la ansiedad porque ésta se ha instaurado muy profundamente en nuestra personalidad, entonces podemos conjugarlas con la práctica de ejercicios físicos como el Yoga o el Tai Chi, que benefician a nuestro organismo y a la misma vez nos permiten reencontrar la paz interior o por técnicas como la relajación muscular progresiva o la respiración diafragmática.

Finalmente, recuerda que para combatir la ansiedad es vital que descubras cuáles son los agentes estresantes y que aprendas a dominar las situaciones que te generan tensión.

Compartido de Jesús Pascual Aparicio del Grupo Amigos con EM.

Gracias Jesús.

En Ammbar estamos de acuerdo con el siguiente artículo:

Las enfermedades mentales son las que más daño causan a nuestra calidad de vida

La depresión es el trastorno mental más extendido en todo el mundo. (Corbis)

Por Miguel Ayuso

Hasta hace muy poco, la mayor parte de los trabajos estadísticos que se realizaban sobre el estado de salud de la población se centraban en asociar enfermedades con mortalidad, pero, a medida que aumentan los años que vivimos, no sólo debemos preocuparnos por aquello que puede matarnos, sino también por las enfermedades que, pese a no ser fatales, minan nuestra calidad de vida.

Un nuevo estudio, publicado hoy en The Lancet, llega a una conclusión que debería hacer que nos replanteemos seriamente la manera en que enfocamos las políticas sanitarias en todo el mundo. Los trastornos mentales y las adicciones fueron, en 2010, la mayor causa de enfermedad no fatal del mundo (responsables del 22,8% de los trastornos), pese a que, de media, los países desarrollados destinan menos del 2% de su presupuesto sanitario a combatirlas.

Este es el mayor informe estadístico elaborado nunca sobre el impacto de las enfermedades mentales y el abuso de sustancias a nivel mundialLa enfermedad mental y el abuso de sustancias son responsables del 7,4% de años de vida saludable (DALY, por sus siglas en inglés) que se perdieron en 2010 en todo el mundo, un impacto mayor que, por ejemplo, el virus del SIDA, la diabetes, la tuberculosis o los accidentes de tráfico. En términos absolutos, se trata de la quinta causa de afección en el mundo, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares, las infecciones y los trastornos neonatales (cuyo impacto es particularmente elevado en el tercer mundo) y el cáncer.

El informe, elaborado por un equipo de científicos de EEUU y Australia liderado por el profesor Harvey Whiteford, parte de comparar los datos del macroestudio Global Burden of Disease 2010 (GBD), el más grande hecho en la historia sobre enfermedades, accidentes y esperanza de vida, con cientos de estudios sobre enfermedad mental y adicciones elaborados entre 1980 y 2010. Se trata, pues, del mayor informe estadístico elaborado nunca sobre el impacto de las enfermedades mentales y el abuso de sustancias a nivel mundial, que ofrece datos sobre la prevalencia, la morbilidad y el impacto de estos trastornos en 187 países.

Las enfermedades mentales, las grandes olvidadas

Cuando se publicó el GBD 2010, en diciembre de 2012, las enfermedades mentales pasaron prácticamente desapercibidas pese a que, como insiste el estudio liderado por Whiteford, son los trastornos que tienen un mayor impacto en la salud en todo el mundo. El problema es que, a la hora de elaborar los informes médicos, la enfermedad mental nunca se registra como una causa de muerte, aunque sea su principal responsable. En el propio GBD, las muertes prematuras ocasionadas por los trastornos mentales han sido anotadas con relación a la causa física de la muerte, aunque, como insisten los investigadores, ésta haya sido provocada por la enfermedad mental. De acuerdo al protocolo del GBD los suicidios son registrados como lesiones, aunque la mayoría son el resultado último de un trastorno mental. Por otro lado, sólo las sobredosis son registradas como muertes ocasionadas por el abuso de drogas ilegales, cuando es sabido que el abuso de sustancias provoca la muerte por muchas otras vías.

En todo los países, el estigma que rodea a las enfermedades mentales y el abuso de sustancias constriñe el uso de los recursos disponiblesLos autores creen que es necesario cambiar el enfoque a la hora de estudiar los trastornos mentales y las adicciones pues sólo dándonos cuenta de la importancia real que tienen, podremos tratar eficazmente éstos. “Pese a los costes personales y económicos, e incluso en los países desarrollados, el tratamiento suele comenzar muchos años después de que aparezca el trastorno”, asegura el doctor Whiteford en la nota de presentación del estudio. “En todo los países, el estigma que rodea a las enfermedades mentales y el abuso de sustancias constriñe el uso de los recursos disponibles y provoca ineficiencias en la distribución de la financiación y las intervenciones”.

Según un estudio elaborado en 2004 por el doctor Koen Demyttenaere entre el 35% y el 50% de los pacientes con serios desórdenes mentales no han recibido tratamiento en el último año, una cifra que se eleva a entre el 76 y el 85% en los países en desarrollo.

El abuso de las drogas y el alcohol aumenta en todo el mundo

Entre 1990 y 2010 el impacto de los trastornos mentales y las enfermedades derivadas del abuso de sustancias ha crecido un 37,6%. En el caso de las enfermedades mentales, gran parte de este aumento se debe, sencillamente, al crecimiento de la población, sin embargo, la prevalencia de la dependencia al alcohol, los opioides y la cocaína ha crecido “notablemente”. Si bien los trastornos mentales y el abuso de sustancias provocan en conjunto un gran impacto en los años que vivimos con un buen estado de salud, son las drogas las responsables del mayor número de muertes. Según el GBD, en 2010 los trastornos mentales y el abuso de sustancia fueron responsables de 232.000 muertes en todo el mundo, pero de estas un 81,1% son atribuibles en exclusiva a las drogas.

Por regiones es el impacto de los trastornos alimenticios y el consumo de drogas es que más varía de una zona a otraDe entre todos los trastornos es la depresión el que mayor impacto causa: es responsable del 40,5% del total de los DALY. Tras ésta se encuentra la ansiedad (14,6%), las enfermedades relacionadas con el consumo de drogas ilegales (10,9%), las enfermedades relacionadas con el alcohol (9,6%), la esquizofrenia (7,4%), los trastornos generalizados del desarrollo como el autismo o el síndrome de Asperger (4,2%), los trastornos de conducta infantil (3,4%) y, por último, los trastornos alimenticios (1,2%).

El estudio también analiza el impacto que por edad, sexo y regiones tienen los distintos trastornos. La enfermedad mental tiene un impacto especialmente elevado en los adolescentes, siendo la franja de edad comprendida entre los 10 y los 29 años la que presenta un mayor número de trastornos, con mucha diferencia sobre el resto de edades.

Por regiones es el impacto de los trastornos alimenticios y el consumo de drogas el que más varía de una zona a otra, siendo mucho más elevado en el mundo desarrollado. Por el contrario, los trastornos generalizados del desarrollo o los trastornos de conducta infantil son similares en todo el mundo.El impacto de la depresión es mucho mayor en el mundo desarrollado, pero los autores creen que esto se debe a un problema de diagnóstico, pues en muchos lugares fuera de Europa y Norteamérica la depresión no se registra como tal, pues sólo se tienen en cuenta las enfermedades físicas que resultan de ésta.

www.elconfidencial.com

Copiado a través de Feafes Cáceres. Gracias

Ammbar siempre compartirá lo que sea interesante, sin importar de dónde venga. Lo importante es poder aprovechar y trabajar todas las ideas. Nunca apropiarnos de ellas, pues ya tienen sus autores, pero si buscar el beneficio para todas las personas afectadas. ¡Gracias Autismo Madrid!

Educando adultos con autismo

Escrito por SALOMÉ VEGA, 3 de mayo de 2013

Se suele decir que, teniendo en cuenta los síntomas del autismo, no hay dos personas con autismo iguales. Y, ante esta diversidad de perfiles, también debemos tener en cuenta la diversidad de estilos de aprendizaje. Esta realidad determina que las personas con autismo sufran serias dificultades para aprender los contenidos de los diferentes campos de la educación.

La edad adulta

Las personas con autismo, al llegar a la edad adulta, suelen encaminarse al mundo laboral u ocupacional en entornos protegidos o en entornos competitivos. Pero, en general, las instituciones suelen desentenderse de las cuestiones formativas o educativas, por considerar que ésas son más propias de la infancia que de la vida adulta.

La realidad es que, en la mayoría de casos de autismo, éste no es totalmente incapacitante para la persona, lo que facilita que sus posibilidades de aprendizaje se mantengan en la vida adulta. Esto nos sitúa ante dos componentes muy importantes en la educación de adultos con autismo: las dificultades de aprendizaje específicas de cada personas y las posibilidades que se le brindan a partir de sus propias cualidades.

En este punto, nos gustaría recordar el libro “Educacion de personas adultas con autismo”, financiado por la Comunidad de Madrid hace casi ocho años y en cuya elaboración participó el Equipo Técnico de laAsociación Nuevo Horizonte, miembro de la Federación Autismo Madrid. Además fueron coautores del mismo Domingo García Villamisar, asesor técnico de “Nuevo Horizonte” y Carmen Muela, directora técnica de la Asociación.

Educación de Adultos con Austismo

Se trata de proponer un programa educativo que satisfaga las necesidades de las personas con autismo ayudando a mejorar su calidad de vida. En este sentido, el currículo de educación de transición a la vida adulta de las personas con trastornos del espectro del autismo, debe tener en cuenta la dificultades de aprendizaje de las habilidades comunicativas, socioemocionales, cognitivas y vocacionales para después poder concretar un programa de intervención multimodular en cada una de estas áreas. También es necesario determinar las habilidades de aprendizaje conservadas por cada persona y desarrollar un programa de intervención encaminado a superar las dificultades y potenciar las cualidades. Una vez que se han completado estos pasos, se debe validar el programa en un marco integrador de intervención.

1.-Programa de Enriquecimiento Cognitivo

El programa educativo de enriquecimiento cognitivo incluye actividades dirigidas a ejercitar áreas como la atención, la memoria y las funciones ejecutivas. Todas ellas normalmente muy deterioradas en las personas con trastornos del espectro del autismo.

Tareas de enriquecimiento de la atención: las personas con autismo sufren unos déficit muy notables a la hora de realizar tareas que requieren del uso de la atención, en cualquiera de sus modalidades: selectiva,localizada, sostenida, ejecutiva, etc. Por eso la presentación de la información de las tareas debe realizarse de foma visual y auditiva, con materiales de carácter manipulativo.

Tareas de Enriquecimiento de la memoria: el déficit de memoria en el autismo es un problema de organización. Con independencia de su nivel intelectual, las personas con autismo presentan un déficit notable en memoria verbal y visual. Sin embargo no presentan deficiencias en tareas de reconocimiento a corto y largo plazo, recuerdo guiado, y en el aprendizaje de nuevas habilidades.

Tareas de enriquecimiento de las funciones ejecutivas: las personas con autismo se caracterizan por una notoria deficiencia del funcionamiento ejecutivo. Las funciones ejecutivas se refieren al procesamiento cognitivo superior de la información, a través de las cuales el ser humano organiza, planifica, categoriza y jerarquiza la información. En este sentido, se proponen tareas como laberintos, la Torre de Londres, tareas Go/no Go con El Semáforo, etc.

2.- Programa de Enriquecimiento Socio-Emocional

Este programa de entrenamiento en habilidades socio-emocionales se vertebra en torno a los siguientes ejes:

Convertir lo abstracto en algo concreto: los programas de competencia social no pueden incluir términos de naturaleza abstracta que no comprenden las personas con autismo (como amistad, generosidad, intimidad, reciprocidad, intenciones,..). Es imprescindible definir explícitamente las habilidades o problemas concretos, utilizar razonamientos muy simples -en términos de “si, entonces..” y proporcionar ayudas visuales o personales.

Enriquecer la inteligencia social: se trata de interactuar con los demás en situaciones sociales complejas y también en relaciones íntimas. Tener la capacidad de predecir cómo se sienten los demás, qué piensan, qué hacen. La mejora de la inteligencia social es el fundamento de las habilidades sociales.

Proporcionar un contexto estructurado y predecible: Es necesario implementar un ambiente muy estructurado, predecible y rutinario para evitar la ansiedad. Para ello se pueden utilizar apoyos visuales como fotografías, dibujos, horarios escritos, etc.

Procurar la transición entre actividades: las actividades sociales suelen ser discontinuas, lo que genera ansiedad y malestar en las personas con autismo. Para evitarlo se deben programar las actividades, de tal manera que una actividad lleve a la otra, sin cambios radicales entre una y otra actividad.

Proporcionar apoyo al lenguaje a través de la estratificación: teniendo en cuenta los diferentes niveles de lenguaje de las personas con autismo, debemos simplificar al máximo el lenguaje, proporcionar ayudas visuales y enseñar patrones de lenguaje y comunicación.

Establecer múltiples y variadas oportunidades de aprendizaje: los programas de enseñanza de habilidades sociales deberían ofrecer una cierta variedad de formas de aprendizaje para adaptarse a las preferencias de los usuarios del programa. Se presentarán las enseñanzas a través de una gran variedad de modalidades multisensoriales,de actividades, de materiales, y de técnicas de enseñanza, tanto en cada sesión, como a través de las diversas sesiones de aprendizaje.

Incluir actividades centradas en “el otro”: las personas con autismo no tienen en cuenta los intereses de los demás, no buscan a los otros, no se interesan por sus asuntos, etc. Una forma de lograr este objetivo consiste en orientar las actividades hacia “el otro”, de tal modo que las tareas que se programen deben ser realizadas siempre en grupo o cuando menos por dos personas. De esta manera también se pretende fomentar la cooperación y el compañerismo, descubrir los intereses y los deseos de los demás, etc.

Fomentar la autoconciencia y la autoestima: las personas con autismo carecen de identidad personal, por lo que participan en las diversas actividades de forma despersonalizada. Por este motivo, debemos intentar hacerles conscientes de la situación social en la que se encuentran; favorecer la elección, identificando las preferencias personales, etc. Para mejorar su autoestima, les ayudaremos a que sean conscientes de sus logros personales, proporcionándoles el feedback apropiado y, al mismo tiempo, educando sus deseos, con el fin de que no sean desproporcionados con respecto a las posibilidades de logro.

Seleccionar los objetivos más relevantes: determinadas habilidades sociales son más necesarias que otras para las personas autistas. Por ejemplo, el aprendizaje de las actividades dirigidas al establecimiento del contacto ocular son mucho más interesantes que las habilidades de negociación de conflictos. Por ello es necesario seleccionar las actividades más apropiadas en función del perfil individual de cada persona con autismo. También es esencial que las diversas actividades sociales estén interrelacionadas unas con otras,de tal modo que las actividades de orden superior exijan el desarrollo continuo de actividades sociales de naturaleza más simple.

Programar la generalización y la práctica continua: la generalización es uno de los mayores obstáculos con los que tropiezan los programas de habilidades sociales. Para lograr lo se deben poner en marcha una gran variedad de experiencias de aprendizaje utilizando, siempre que se posible, contextos naturales como el centro o el propio hogar. También se deben variar las personas con las que interaccionan, tanto en relación a la edad como al sexo.

http://www.autismomadrid.es/autismo/educando-adultos-con-autismo