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AMMBAR – Associació de malalts mentals de Barcelona

Associació de malalts mentals de Barcelona

Más suicidios que asesinatos
Organización Mundial de la Salud

El próximo 10 de septiembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) copatrocinan la celebración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, este año con el lema “El prejuicio: una barrera importante para la prevención del suicidio”.

Los expertos en salud mental conocen muy bien que los trastornos afectivos, y sobre todo la depresión, son los que tienen una vinculación más estrecha con este fenómeno. Así, la depresión aumenta 20 veces el riesgo de que se produzca, de manera que, según los estudios de Guze y Robins, y Goodwin y Jamison, hasta un 15% de los pacientes con un trastorno depresivo mayor pueden llegar a suicidarse. Asimismo, se estima que el trastorno bipolar aumenta 15 veces el riesgo, mientras que la distimia es un factor que multiplica el riesgo por 12 respecto a la población general.

Los expertos también saben de otros trastornos mentales que tienen una fuerte correlación con el suicidio. En sus trabajos, Harris y Barraclouh comprobaron que existe 8,5 veces más peligro en enfermos con esquizofrenia, y entre 6 y 10 veces, en los pacientes con ansiedad.

De igual modo, el alcoholismo, y en menor medida otras drogodependencias, es también un factor que multiplica hasta por 6 el riesgo y que actúa como precipitante de las conductas suicidas. De hecho, se estima que el abuso del alcohol es un elemento presente en, al menos, uno de cada tres casos.

Por tanto, una gran proporción de las personas que se quitan la vida padecen enfermedades mentales. Sin embargo, la OMS llama la atención sobre el hecho de que muchos de estos enfermos no reciben la atención psiquiátrica adecuada debido al estigma social asociado con la enfermedad mental y con la ideación y la conducta suicidas. Este estigma, que es un modo de discriminación y que está profundamente arraigado en la mayoría de las sociedades y en muchas familias por diversos prejuicios o por ignorancia, dificulta en gran medida el tratamiento que necesitarían recibir personas con enfermedades mentales y/o pensamientos o impulsos suicidas.

Sin embargo, supone un problema de salud pública de primer orden en todos los países. Según las cifras que ofrece la OMS, el suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo.

Aunque cueste creerlo, el número de vidas que se pierden cada año en el mundo por suicidio supera el número de muertes por homicidios y el número causado por las guerras, sumados juntos. Por cada dos personas asesinadas, tres mueren por suicidio. Cada año se quitan la vida un millón de personas en el mundo, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos. Y, para el año 2020, las estimaciones de la OMS prevén que la cifra mundial alcanzará el millón y medio. Además se calcula que, cada año, otros 20 millones de seres humanos intentan quitarse la vida. Esto sin contar los accidentes mortales inexplicables y los parasuicidios (conductas de riesgo al volante, autolesiones, sobredosis de drogas, no prevención en el contagio de enfermedades infecciosas…).

Estas cifras ponen de manifiesto la magnitud de este problema de salud pública mundial que demanda ya una respuesta decidida en la que tenemos que estar involucrados todos porque a todos nos afecta.

Lo importante es saber también que en la mayoría de las ocasiones el suicidio se puede prevenir si se establecen los medios de ayuda adecuados, porque casi todas las personas con ideación suicida dan avisos de sus intenciones.

De elperiodicodigital.mx
Fernando Alberca Vicente
06/09/2013

Fuente: Publicado con autorización del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)
A través de Roberto Daniel Durán. ¡Gracias!

Otra hipótesis.  Según  Ammbar, es muy bueno ir conociendo  lo que se va estudiando:

El origen de las enfermedades mentales podría estar en los intestinos

El psiquiatra James Greenblatt, además de analizar la historia clínica de los pacientes que acuden a verlo, enfatiza en el estado de su sistema digestivo. Según él (y un número creciente de investigadores alrededor del mundo), los intestinos juegan un papel fundamental en la salud mental.

En el caso de “Mary”, Greenblatt logró que los síntomas de un severo trastorno obsesivo compulsivo y ADHD cedieran en seis meses utilizando psicoterapia, medicación y probióticos, medicamentos que ayudan a balancear los microbios de nuestra flora estomacal.

“Los intestinos en realidad son tu segundo cerebro”, afirma Greenblatt, pues “existen más neuronas en el tracto digestivo que en cualquier otro lugar, además del cerebro.”

Y es que los psiquiatras saben hace años que existe una conexión entre el sistema digestivo y las enfermedades mentales: la ansiedad provoca diarrea y náusea, y la depresión dificulta la ingesta de alimentos. El cambio que Greenblatt y otros pioneros han propuesto es que el estómago no está subordinado al cerebro, sino que el cerebro reacciona a los intestinos.

Puede parecer difícil de creer, excepto cuando consideramos que cerca del 90% de las células de nuestro cuerpo son bacterias: desde el momento en que salimos de la placenta, los microbios comienzan a habitar en nuestro cuerpo, tan cerca de nosotros que sin ellos nuestra vida sería impensable.

En experimentos con ratones, bacterias probióticas han surtido efecto para reducir los niveles de ansiedad y hormonas del estrés, e incluso investigadores como John Bienestock han comparado el efecto de los probióticos a benzodiazepinas como el Valium o el Xanax.

Aunque los efectos sean impresionantes, aún hacen falta muchas investigaciones para seguir desarrollando la relación entre nuestro sistema digestivo y los padecimientos de la mente.

Fuente: http://pijamasurf.com/2013/09/el-origen-de-las-enfermedades-mentales-pod…

De Informe21.com

A través de Roberto Daniel Durán. ¡Gracias!

MIEDO A ENGORDAR

La Anorexia nerviosa es un trastorno psicopatológico cuyo síntoma principal es el rechazo a la comida y el miedo a engordar. Este comportamiento conlleva una pérdida de peso considerable y una imagen corporal distorsionada. Si la anorexia nerviosa se inicia en la adolescencia temprana o niñez, en lugar de pérdida, puede existir una ausencia de aumento de peso.

Aunque la palabra anorexia signifique “falta de apetito”, las personas que padecen la enfermedad, rara vez tienen esta falta de apetito (menos en estados muy avanzados), sino que controlan dicho apetito para lograr la reducción de peso o el mantenimiento del mismo. Se niegan a comer normalmente a causa de su deseo de estar delgados y por miedo a perder el control de su comportamiento alimentario. Kreipe (2000) apuntó que, antes de perder el apetito verdaderamente, el paciente se rehúsa a “darse cuenta” o “entregarse” a dicho apetito.

La anorexia nerviosa es la primera causa de desnutrición en países desarrollados, y la tercera enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia. Su incidencia (número de casos nuevos al año) se encuentra en aumento.

La prevalencia de la anorexia nerviosa durante la vida, en mujeres, se califica en torno al 0,5% y en general, del 0,1 al 1% en la población. La edad de inicio varía de los 12 a los 25 años, siendo típicamente iniciado hacia la mitad o a finales de la adolescencia. En mujeres mayores de 40 años, la aparición del trastorno no es muy común. Entre hombres se da menos, aunque con mayor rapidez las diferencias van disminuyendo. La relación hombre/mujer se sitúa entre uno de cada diez mujeres o uno de cada veinte.

Las características principales

Miedo intenso a engordar: el sujeto es excesivamente sensible al hecho de poder ganar peso. Este temor le induce a adoptar un comportamiento dirigido a la pérdida de peso. La mayoría de las personas con anorexia nerviosa, reducen drásticamente la cantidad de alimentos que ingieren, limitando especialmente los ricos en carbohidratos y grasas. Existen diferentes métodos de reducción de peso. Los vómitos provocados, el uso de laxantes, diuréticos o ejercicios intensos, son los más comunes.

La pérdida de peso: cuando el índice de masa corporal IMC es menor de 17,5 puede ser indicador de anorexia. (Peso menor que el 85 por ciento del peso considerado normal para su edad y su talla).

Falta de menstruación: esta es una de las características comunes de la anorexia nerviosa. La amenorrea puede aparecer precozmente en la enfermedad antes de haber ocurrido una gran pérdida de peso. Las mujeres que toman anticonceptivos hormonales, no tienen la menstruación en sí, sino un sangrado por expulsión de hormonas, una “hemorragia por deprivación”.

Imagen corporal distorsionada: la persona percibe su cuerpo más grande, ancho y gordo de lo que es en realidad. Existe una pérdida de percepción del aspecto y una enorme distorsión del tamaño corporal, aunque esta distorsión suele ser más común en aquellas personas en las que la enfermedad de anorexia nerviosa se encuentra más avanzada.

Muchas de las personas que padecen trastornos alimentarios, tienden a serperfeccionistas y pueden tenerexpectativas irreales de sí mismos y de otros. Frecuentemente suelen presentarsentimientos de incapacidad y baja autoestima (Bell y colaboradores, 2000).Algunos sujetos tienden a sentirse “asfixiados” por sus familias, mientras que otros se sienten abandonados y mal comprendidos(Levenkron, 2000)

Es muy notable la aparente falta de conciencia y la naturaleza ego sintónica del trastorno. Pueden no ser conscientes de los aspectos negativos de sus hábitos alimentarios considerando además que su comportamiento es saludable y generador de bienestar.

Autores como Burgard afirman que las personas que tienen anorexia nerviosa tienden a evitar la actividad sexual y a ser rígidamente controladores.

Subtipos

Se utilizan dos tipos para especificar la presencia o ausencia de atracones o purgas durante los episodios de anorexia nerviosa:
• Tipo restrictivo: Durante los episodios de anorexia nerviosa, estos individuos no recurren a atracones ni purgas. La pérdida de peso se consigue con las dietas, ayunos, o ejercicios físicos intensos.
• Tipo compulsivo/purgativo: referido a cuando el individuo realiza atracones, purgas o ambos, con regularidad.
Existen factores predisponentes que aumentan la vulnerabilidad para padecer anorexia nerviosa:

1. Factores predisponentes Genéticos

Todos los estudios genéticos demuestran la heredabilidad de los trastornos de la conducta alimentaria. Los estudios familiares afirman que familiares de primer grado tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria u otro trastorno psiquiátrico. Se ha observado que los familiares de primer grado tienen un mayor riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo, especialmente familiares de aquellos que padecen anorexia nerviosa del tipo compulsivo/purgativo.
En los estudios con gemelos, la tasa de concordancia entre monocigóticos es tres veces superior que en dicigóticos.

2. Factores predisponentes Neuroendocrinos

Sistema serotoninérgico: 5-TH es el neurotransmisor más importante en el control del apetito y la sensación de saciedad. La disminución de la concentración de 5-HT se compensa durante el atracón. La elevación se compensa durante el periodo de restricción alimentaria.

Péptidos reguladores del apetito: La leptina se sintetiza en el adiposito y actúa en el hipotálamo como reguladora del apetito. Está disminuida en la Anorexia nerviosa.
La ghrelina se sintetiza en el estómago y actúa en el hipotálamo aumentando el apetito. En los trastornos de conducta alimentaria está aumentada.

3. Factores predisponentes Rasgos de Personalidad.

Existe en la persona una dificultad para asumir el papel de adulto. Pueden no asumirse los cambios físicos de la pubertad. La idealización de la delgadez suele estar muy relacionada con la idea de éxito. Se caracterizan también por la rigidez cognitiva, relaciones sociales y exigencias académicas. Más rasgos de personalidad son la deficiente adquisición de identidad, baja autoestima, perfeccionismo, rasgos obsesivo-compulsivos, introversión, inseguridad, hipersensibilidad afectiva y rasgos de ansiedad generalizada.

4. Factores predisponentes. Dinámica familiar.

Familias de clase media-alta
Falta de comunicación intrafamiliar
Conflictos conyugales
Expectativas ideales

5. Factores predisponentes Sociodemográficos.

Edad: adolescencia
En países desarrollados
Profesiones o hobbies, gimnastas, modelos, bailarinas…
Modelo estético actual
Influencia de los medios de comunicación
Relaciones interpersonales

Los factores desencadenantes sólo aumentan la probabilidad de los trastornos de la conducta alimentaria en personas con vulnerabilidad, entre estos factores se encuentran la dieta hipocalórica, la influencia cultural y posibles abusos sexuales sufridos.

HechosdeHoy
Escrito por Ángeles Álvarez
A través de nuestro amigo Roberto Daniel Durán. ¡Gracias!
La obsesión por adelgazar. (Foto: ikbenasha)

Foto: MIEDO A ENGORDAR La Anorexia nerviosa es un trastorno psicopatológico cuyo síntoma principal es el rechazo a la comida y el miedo a engordar. Este comportamiento conlleva una pérdida de peso considerable y una imagen corporal distorsionada. Si la anorexia nerviosa se inicia en la adolescencia temprana o niñez, en lugar de pérdida, puede existir una ausencia de aumento de peso. Aunque la palabra anorexia signifique “falta de apetito”, las personas que padecen la enfermedad, rara vez tienen esta falta de apetito (menos en estados muy avanzados), sino que controlan dicho apetito para lograr la reducción de peso o el mantenimiento del mismo. Se niegan a comer normalmente a causa de su deseo de estar delgados y por miedo a perder el control de su comportamiento alimentario. Kreipe(2000) apuntó que, antes de perder el apetito verdaderamente, el paciente se rehúsa a “darse cuenta” o “entregarse” a dicho apetito.  La anorexia nerviosa es la primera causa de desnutrición en países desarrollados, y la tercera enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia. Su incidencia (número de casos nuevos al año) se encuentra en aumento.  La prevalencia de la anorexia nerviosa durante la vida, en mujeres, se califica en torno al 0,5% y en general, del 0,1 al 1% en la población. La edad de inicio varía de los 12 a los 25 años, siendo típicamente iniciado hacia la mitad o a finales de la adolescencia. En mujeres mayores de 40 años, la aparición del trastorno no es muy común. Entre hombres se da menos, aunque con mayor rapidez las diferencias van disminuyendo. La relación hombre/mujer se sitúa entre uno de cada diez mujeres o uno de cada veinte.  Las características principales Miedo intenso a engordar: el sujeto es excesivamente sensible al hecho de poder ganar peso. Este temor le induce a adoptar un comportamiento dirigido a la pérdida de peso. La mayoría de las personas con anorexia nerviosa, reducen drásticamente la cantidad de alimentos que ingieren, limitando especialmente los ricos en carbohidratos y grasas. Existen diferentes métodos de reducción de peso. Los vómitos provocados, el uso de laxantes, diuréticos o ejercicios intensos, son los más comunes. La pérdida de peso: cuando el índice de masa corporal IMC es menor de 17,5 puede ser indicador de anorexia. (Peso menor que el 85 por ciento del peso considerado normal para su edad y su talla). Falta de menstruación: esta es una de las características comunes de la anorexia nerviosa. La amenorrea puede aparecer precozmente en la enfermedad antes de haber ocurrido una gran pérdida de peso. Las mujeres que toman anticonceptivos hormonales, no tienen la menstruación en sí, sino un sangrado por expulsión de hormonas, una “hemorragia por deprivación”.  Imagen corporal distorsionada: la persona percibe su cuerpo más grande, ancho y gordo de lo que es en realidad. Existe una pérdida de percepción del aspecto y una enorme distorsión del tamaño corporal, aunque esta distorsión suele ser más común en aquellas personas en las que la enfermedad de anorexia nerviosa se encuentra más avanzada. Muchas de las personas que padecen trastornos alimentarios, tienden a serperfeccionistas y pueden tenerexpectativas irreales de sí mismos y de otros. Frecuentemente suelen presentarsentimientos de incapacidad y baja autoestima (Bell y colaboradores, 2000).Algunos sujetos tienden a sentirse “asfixiados” por sus familias, mientras que otros se sienten abandonados y mal comprendidos(Levenkron, 2000) Es muy notable la aparente falta de conciencia y la naturaleza ego sintónica del trastorno. Pueden no ser conscientes de los aspectos negativos de sus hábitos alimentarios considerando además que su comportamiento es saludable y generador de bienestar. Autores como Burgard afirman que las personas que tienen anorexia nerviosa tienden a evitar la actividad sexual y a ser rígidamente controladores. Subtipos Se utilizan dos tipos para especificar la presencia o ausencia de atracones o purgas durante los episodios de anorexia nerviosa: •	Tipo restrictivo: Durante los episodios de anorexia nerviosa, estos individuos no recurren a atracones ni purgas. La pérdida de peso se consigue con las dietas, ayunos, o ejercicios físicos intensos. •	Tipo compulsivo/purgativo: referido a cuando el individuo realiza atracones, purgas o ambos, con regularidad. Existen factores predisponentes que aumentan la vulnerabilidad para padecer anorexia nerviosa: 1. Factores predisponentes Genéticos Todos los estudios genéticos demuestran la heredabilidad de los trastornos de la conducta alimentaria. Los estudios familiares afirman que familiares de primer grado tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria u otro trastorno psiquiátrico. Se ha observado que los familiares de primer grado tienen un mayor riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo, especialmente familiares de aquellos que padecen anorexia nerviosa del tipo compulsivo/purgativo. En los estudios con gemelos, la tasa de concordancia entre monocigóticos es tres veces superior que en dicigóticos. 2. Factores predisponentes Neuroendocrinos Sistema serotoninérgico: 5-TH es el neurotransmisor más importante en el control del apetito y la sensación de saciedad. La disminución de la concentración de 5-HT se compensa durante el atracón. La elevación se compensa durante el periodo de restricción alimentaria. Péptidos reguladores del apetito: La leptina se sintetiza en el adiposito y actúa en el hipotálamo como reguladora del apetito. Está disminuida en la Anorexia nerviosa. La ghrelina se sintetiza en el estómago y actúa en el hipotálamo aumentando el apetito. En los trastornos de conducta alimentaria está aumentada. 3. Factores predisponentes Rasgos de Personalidad. Existe en la persona una dificultad para asumir el papel de adulto. Pueden no asumirse los cambios físicos de la pubertad. La idealización de la delgadez suele estar muy relacionada con la idea de éxito. Se caracterizan también por la rigidez cognitiva, relaciones sociales y exigencias académicas. Más rasgos de personalidad son la deficiente adquisición de identidad, baja autoestima, perfeccionismo, rasgos obsesivo-compulsivos, introversión, inseguridad, hipersensibilidad afectiva y rasgos de ansiedad generalizada. 4. Factores predisponentes. Dinámica familiar. Familias de clase media-alta Falta de comunicación intrafamiliar Conflictos conyugales Expectativas ideales 5. Factores predisponentes Sociodemográficos. Edad: adolescencia En países desarrollados Profesiones o hobbies, gimnastas, modelos, bailarinas… Modelo estético actual Influencia de los medios de comunicación Relaciones interpersonales Los factores desencadenantes sólo aumentan la probabilidad de los trastornos de la conducta alimentaria en personas con vulnerabilidad, entre estos factores se encuentran la dieta hipocalórica, la influencia cultural y posibles abusos sexuales sufridos.  HechosdeHoy   Escrito por Ángeles Álvarez  A través de nuestro amigo Roberto Daniel Durán. ¡Gracias! La obsesión por adelgazar. (Foto: ikbenasha)

Trascender la patología del pasado

Salud Mental

►Hemos de huir de las "etiquetas", que son estigmatizadoras y paralizantes.
Resulta de gran ayuda pararse a analizar el tipo de discurso cuando nos dirigimos a los enfermos en proceso de rehabilitación. Nuestro discurso se encuentra estrechamente ligado con nuestra mirada. Por tanto, debemos adiestrar en nosotros una mirada que vaya más allá de la historia contada y sea capaz de empezar a dibujar las posibilidades secuestradas en el otro.
De este modo, siendo capaces de trascender el pasado de cada miembro del grupo, podemos operativizar la actitud de la aceptación incondicional, entendiendo ésta desde la perspectiva de ser capaz de ver las cualidades que hay en el otro y fiándonos de sus recursos para afrontar la situación. No negamos el pasado, pero entendemos que mirar hacia dicho pasado, si no es para aprender de él, no sirve de ayuda para construir el futuro.
Para ser capaz de ver un futuro de posibilidades, hemos de huir de las “etiquetas”, que son estigmatizadoras y paralizantes. Expresiones del tipo “es un individuo conflictivo”, “es un mentiroso”, “es un vago”… son “etiquetas” que traducen nuestra manera de ver al individuo y que vamos a transmitir tanto de modo verbal como no verbal. Y, por supuesto, si vamos a poder rastrear sus competencias o recursos.
Por otra parte la utilización de “etiquetas” presentan una serie de riesgos. Por ello será conveniente evitarlas en nuestro discurso y desmontarlas cuando sean otros miembros del equipo quienes las utilicen. Una manera de desmontarla es dando argumentos que contradigan dicha “etiqueta”.

Etiquetar es no dejar avanzar al enfermo hacia su futuro es anclarlo en su pasado, infringiendo dolor,pues son golpes bajos, que en nuestro estado, nos duelen de manera especial ,`pudiendo llegar a romper un proceso de recuperación, ya que la autoestima no la tenemos recuperada como para afrontarla. Quien las utilice como excusa o como insulto en una discusión, es una maldad desde el punto de vista terapéutico, pues el daño que infringe es innecesario, cuando se trata de seres humanos en proceso de recuperación.

n.

Escrito en NoticiasyOcio.es
por Fernando Reyes Crespo, Licenciado en Derecho.
Terapeuta en Drogodependencia.
¡Gracias amigo Fernando!